Los organismos de control desempeñan un importante papel en la seguridad, contribuyendo a garantizar que los usuarios no se vean sometidos a los potenciales riesgos que podrían suponer los productos e instalaciones industriales.

Para prevenir y controlar los posibles riesgos, las administraciones públicas, en sus ámbitos de competencia, establecen políticas de seguridad industrial, regulando sus requisitos y los controles, así como las que se deben realizar durante su diseño, ejecución o producción, puesta en servicio y durante su vida útil, para garantizar que se siguen manteniendo las condiciones de seguridad.

Adicionalmente, se establecen requisitos sobre las competencias y destrezas que deben disponer los distintos profesionales del sector de la seguridad industrial (instaladores, mantenedores, etc.) que pueden ser evaluados por entidades de certificación de personas. 

Por la naturaleza de esos riesgos, a nivel europeo, nacional o autonómico, diferentes reglamentos y directivas contemplan la participación de organismos de control que comprueban su adecuación a los requisitos establecidos de manera que se mantenga un elevado nivel de seguridad.

Para poder ejercer su actividad, los organismos de control y las entidades de certificación de personas deben obtener previamente la acreditación por ENAC, para confirmar que disponen de la necesaria competencia y los medios precisos para llevar a cabo su actividad.

Ejemplos de actividades acreditadas

Numerosos productos e instalaciones están sujetas a controles de seguridad industrial. A continuación puede consultar algunos de ellos. 

Beneficios de la acreditación

+ Seguridad en productos y servicios
+ Seguridad jurídica
+ Prestigio
+ Ahorro y eficiencia
+ Mercados
+ Acceso a compras públicas

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