La Brújula de la Competitividad, publicada recientemente por la Comisión Europea, identifica como uno de los facilitadores transversales para fomentar la competitividad en Europa “simplificar el entorno regulatorio, reduciendo cargas y favoreciendo la rapidez y la flexibilidad”, e insta a “toda la UE, instituciones nacionales y locales a hacer un especial esfuerzo para establecer regulaciones más simples”. En este terreno, desde ENAC, creemos que la acreditación puede ser una herramienta valiosa al servicio del regulador para lograr ese fin.
El número de acreditaciones en 2024 supera las 2.400, abarcando la práctica totalidad de sectores, lo que representa un crecimiento del 2% respecto al año anterior. Destacan especialmente los avances en áreas como las TIC, la ciberseguridad y la sostenibilidad, con la incorporación de acreditaciones en esquemas relacionados con la Cybersecurity Act, los sistemas de automatización y control industrial e internet de las cosas, de una parte, y la eficiencia energética y la economía circular, por otra. Se prevé, además, una intensificación de esta actividad a lo largo de 2025.
Novedades sobre reconocimientos internacionales
Organizaciones e instituciones internacionales reconocen el valor de la acreditación como una herramienta fundamental para facilitar el comercio internacional, permitiendo reducir barreras técnicas al comercio y favorecer la aceptación de productos y servicios entre países.
LA ACREDITACIÓN, UN APOYO A LAS POLÍTICAS PÚBLICA
A lo largo de este año, ENAC ha continuado colaborando activamente con representantes de la Administración Pública a nivel estatal, autonómico y local para prestarles apoyo en la consecución de sus objetivos de políticas públicas y favorecer la correcta coordinación y cooperación conjunta en los procesos de acreditación.