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KPMG Auditores, primera entidad de inspección acreditada en el sector de la recuperación de envases domésticos

KPMG Auditores ha obtenido recientemente la acreditación de ENAC para la caracterización de residuos y para el control de calidad y de stocks de los materiales recuperados en el ámbito de los residuos sólidos urbanos, en concreto, en envases ligeros/domésticos, siendo la primera acreditación concedida para esta actividad.

Un envase ligero es cualquier producto que se utiliza para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías y que presenta, además, una baja relación de peso y volumen, como pueden ser botellas y botes de plástico, latas, brics, cartón para bebidas… Tras su utilización, estos envases se depositan en los correspondientes contenedores amarillos y se transportan hasta instalaciones de selección donde se separan y recuperan las diferentes fracciones. Posteriormente se trasladan a otras instalaciones en las que se reciclan según el tipo de material del que estén compuestos.

La actividad para la que KPMG ha obtenido acreditación, la caracterización de residuos, permite determinar las diferentes fracciones por las que está compuesto un residuo doméstico, es decir, identificar la tipología y conocer cuáles son los componentes de los envases depositados en los contenedores. Posteriormente, una vez identificada la composición de los residuos sólidos urbanos, se lleva a cabo un control de calidad de los materiales recuperados.

Estas actividades posibilitan un reciclaje de mayor calidad en términos de ahorro de energía, de emisiones y de materias primas, lo que se traduce en una considerable reducción de las cantidades de materiales depositadas en los vertederos y una gestión más eficiente de los residuos y de la protección medioambiental, entre otros beneficios.

Según Alfredo Cabañes, socio de KPMG, el objetivo de la compañía al acreditarse era “obtener la confianza del mercado en cuanto a los servicios que prestamos, dotándolos de una garantía avalada por un organismo independiente sobre la calidad de nuestros servicios, la competencia técnica de nuestros profesionales, así como respecto a nuestra independencia e imparcialidad a la hora de ofrecer y ejecutar nuestro trabajo”.

Por otro lado, respecto al proceso de acreditación, afirma: “nos ha permitido revisar y reflexionar los procesos y procedimientos aplicados tanto interna como externamente durante la realización de nuestro trabajo lo que nos ha ayudado a identificar e incorporar mejoras”.

Respecto a las garantías que aporta la acreditación para un control eficiente de los residuos en el sector medioambiental, Cabañes subraya: “Las actividades acreditadas tienen que cumplir con un modelo normalizado que es revisado por una entidad externa, ENAC, que verifica su cumplimiento y da garantías del servicio prestado por nuestra organización. La calidad del servicio es medible a través de planes de control y autoevaluación que permiten detectar carencias o deficiencias en el mismo, y en ese caso, implantar de forma eficaz planes de actuación para solventar cualquier desviación”.

Para abordar está acreditación ENAC ha utilizado la Nota Técnica 71, publicada hace pocos meses (disponible en nuestra web), y que es aplicable a actividades de inspección que se ejecutan de acuerdo a especificaciones establecidas por un cliente específico.

Este es el caso de KPMG, cuya actividad está acreditada para ofrecer un servicio competente a las plantas de reciclado, clasificación o selección, entre otros, según explica Alfredo Cabañes: “Entre los potenciales clientes de los servicios acreditados se encuentran las plantas de selección, clasificación y tratamiento de residuos sólidos urbanos y los correspondientes recuperadores y recicladores de los materiales tratados, que pueden ser entidades públicas o privadas”.